viernes, 23 de noviembre de 2007

CANTO A MACHU PICCHU





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¿Quiénes
qué otros gigantes
sino los que estuvieron en la inauguración de mi atavismo
trajeron estas cimas
y las dejaron suspendidas en su propio suceso
clavadas
remachadas en el tiempo
soldadas al vacío
cohesionadas con su mismidad?

¿Quiénes
sino los forjadores de mi casta
pusieron esos ríos allá abajo
estas alturas acá arriba
y fabricaron esos campos
e hicieron funcionar a estas vicuñas
y edificaron estas flores
y dieron cuerda a estos caminos
que sin error siquiera de un milímetro
conducen siempre al corazón del pueblo?

¿Quiénes
sino mis prehistóricos
mis madrugadores de milenios
los anticipadores de mi frente
amontonaron tanta claridad
redujeron a escombros tanto límite
trasportaron a aquí tanta distancia
se hicieron ciudadanos de tanta inmensidad
almacenaron tantas intemperies
distribuyeron tantos climas
tanto cielo acercaron a la tierra
pusieron en sus hombros tanta atmósfera
y tanta paz en tanta tempestad?

¡Quiénes
sino ellos
se ponían duelos
cuando alcanzaban una meta
porque ya nada había por vencer?

¿Quiénes
sino ellos
dieron normas a los elementos
para que se entendieran con los seres
como viejos amigos?

¿Quiénes devolvieron a la escuela
a los ríos
para que reaprendiesen su alfabeto
de andar por entre el agua?
¿Quiénes lograron que los terremotos tuviesen siempre en cuenta
los intereses de su arquitectura
acomodando a éstos las expansiones de sus movimientos?
¿Quiénes modificaron las sustancias
y dieron a las cosas una estructura física distinta?
A nuestro planeta
¿quiénes lo hicieron a su semejanza?
¿Qui{enes crearon otra vez la tierra?

Fueron los míos

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Convictos y confesos de que podían empezar un mirlo
asieron una piedra y le enseñaron a volar
No tenían soldados contra nadie
mas para estar a salvo se hicieron un ejército de piedra
lo cual quiere decir que perpetraron una fortaleza

Un día resolvieron que su vida no se mostrase más desnuda
y dieron orden a sus albañiles
de que cosieran esta indumentaria
infrágil
inarrugable
indiáfana
de piedra

Pensaron que tan cielo
los aposentos se resfriarían
y en industria de abrigo
los construyeron de condigna piedra

Un torreón solo fue su enojo
pues incesantemente en {el
la kpiedra
da la impresión de levantar un puño

Confidenciados de que el aire es hecho de una materia blanda
para evitar que se desentendiese de sí propio
lo enamoraron al reparo
de las filantropías de la piedra

¿Orquesta?
Nadie ignora que es cada piedra suya
un instrumento musical distinto
Dejen la luna arriba
exactamente en medio del extenso
y verán cómo todas se ponen a tocar
que es Machu Picchu una ópera de piedra

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Sólo un género humano como el que aconteció en Tahuantinsuyo
podía acometer aquel milagro
Género humano de primera
cuyo color de suelo americano
lo identificaba como un mapa
firmado estampillado revisado
no heco de confección sino a medida de su tarea próxima
puesto a secar y con la tez curtida
por sus exposiciones al ulterior
que ya empezaba

Mujeres con las piernas de una acabada cortesía agraria
de corazón directo al matrimonio
sin adulteraciones en el paso
sin propuestas taimadas en el busto
sin exageración en la mirada
y tan madres que a veces
contemplando una lágrima
en trance de adornar una mejilla
hacían ademán de sacarse una teta para dársela
como si fuese un niño
Mujeres anchas
espaciosas
s{olidas
lo que indudablemente las hacía adecuadas a la empresa
de dar a luz una nación
Puede afirmarse sin literatura
que amamantaron muchas piedras
reservadas para casas de pobre
y de ahí que éstas den con sus paredes de superficie tersa
una impresión de rostros satisfechos

Hombres estacionados como maderas de ebanistería
que ni crujían con el sufrimiento
ni se quebraron al vadear la suerte
que se sabían de memoria sus obligaciones imposibles
y desafiaban la posteridad
a la que le extendían
uno tras otro
pagarés en blanco
ciertos de levantarlos con sus actos
No hombres de pelo sino pulso en pecho
capaces por lo tanto de cargar en la espalda su destino
y de ponerle el hombr a una gran causa
Cargaron en la espalda su trabajo
le pusieron el hombro a Machu Picchu
Hombres que en sólo cinco sílabas
pronunciaban el nombre de la patria
antes de haberla bautizado
Tahuantinsuyo
respondía el eco
cual si fuera el aplauso de los Andes

Con mi voz misma
ahora
debo rectificar al viento mío
que corre por las venas de mi verbo
No es Machu Picchu una ciudad de piedra
ella está hecha de hombres
de su pasión
sus sueños
y su sangre
..................................................................

- ALBERTO HIDALGO (Perú)
En: Antología personal, Buenos Aires, 1967.

ALBERTO HIDALGO (Arequipa, 1897 - Buenos Aires,1967).Su inclinación literaria hizo que renunciara a la carrera de medicina. Sus primeros poemas son de 1914.Radicado en la Argentina desde 1920, realizó una permanente labor literaria, con influencias del cubismo y del futurismo. Obra poética: Arenga lírica al Emperador de Alemania (1916),Panoplia lírica (1917), Química del espíritu (1923); Descripción del cielo (1928), Dimensión del hombre (1938), Biografía de Yomismo (1959), Antología personal (1967), Antología poética (1997).

NATURALEZA, POESÍA Y TRASCENDENCIA




Al lado de todo lo que usted encuentra sobre MACHU PICCHU, creo que será importante recordar que esta maravilla del mundo ya era motivo de alabanza, por la gente del lugar, por poetas de renombre universal, por conjuntos musicales y por cantantes antiguos y modernos.

El paisaje de Machu Picchu, desde diversos ángulos, es fascinante. Tal presencia hizo que surgiera el verbo, como una comprensible emoción del ser viviente. En este caso, el hombre. La naturaleza está ahí, para ser respetada y desarrollada por nosotros. No para agredirla. Es sustento de nuestra vida minuto a minuto, segundo a segunto.
Y para comprender la naturaleza, para explicarla, para expresar nuestras emociones, para servirnos de ella noblemente, viene la palabra. El signo, en la concepción más amplia, como plantean Pearce, Barthes,Greimas y otros semiólogos. No solo en la publicidad aplastante de estos días.En todo cuanto es parte del acontecer de la vida contemporánea. Entendemos, en primer orden, la palabra como el afán práctico del hombre de entenderse con los dioses, desde nuestras culturas prehispánicas, desde los griegos, desde la Biblia. La palabra es la fuerza que nos lleva a entendernos unos con otros, en las ideas y en las emociones, en lo efìmero y en lo permanente, porque no renunciamos a lograr la inmortalidad.
Somos testigos de los afanes de pensadores contemporáneos por explicarnos el poder permanente de la palabra, para marcar nuestra presencia en el mundo. Saber y poder van juntos, mediados por la palabra, como nos explica Foucault. Igualmente, son importantes las reflexiones de Heidegger, Habermas y Eco, entre otros.

En este caso específico, hemos seleccionado la palabra ligada a Machu Picchu. Como valiosa información de entrada, para propios y extraños, incluimos el texto de Luis Nieto Degregori, por ser, a nuestro juicio, una de las presentaciones más claras y breves sobre el santuario inca.

Hemos revisado el libro de Hiram Bingham, que en sus textos y en sus fotografías buscó compilar todo lo que pudo acerca de la historia inca. Pudo centrar su estudio en Machu Picchu.

En poesía, el santuario alimentó la emoción de los poetas. Es el caso de Alberto Hidalgo, en Canto a Machu Picchu. De la misma manera, Martín Adán, en La mano desasida. Canto a Machu Picchu. Juan Gonzalo Rose también nos dejó un pequeño testimonio. Una de las composiciones más difundidas es sin lugar a dudas Alturas de Machu Picchu de Pablo Neruda, logro épico singular que inclusive ha sido musicalizado. El poema Hidden Door de Lawrence Ferlinghetti resulta significativo porque pertenece a uno de los protagonistas de la beat generation en los Estados Unidos. Este movimiento va muy ligado a los cambios en la música, en el cine y en la actitud social de los seres humanos luego de los estragos de la segunda guerra mundial. Desde entonces a hoy, vivimos en un enorme esfuerzo por salvar y fortalecer nuestro lado espiritual, aquí y en todos los continentes. Queremos reencontrarnos con el lado más puro y natural de lo humano.

Seguramente hay otros textos que se sumarán a los que conocemos. Sin duda, hay un ingente testimonio gráfico (fotos y videos) y música que directa o indirectamente se inspiran en este magnífico monumento, fusión de lo divino y lo humano.