
2
¿Quiénes
qué otros gigantes
sino los que estuvieron en la inauguración de mi atavismo
trajeron estas cimas
y las dejaron suspendidas en su propio suceso
clavadas
remachadas en el tiempo
soldadas al vacío
cohesionadas con su mismidad?
¿Quiénes
sino los forjadores de mi casta
pusieron esos ríos allá abajo
estas alturas acá arriba
y fabricaron esos campos
e hicieron funcionar a estas vicuñas
y edificaron estas flores
y dieron cuerda a estos caminos
que sin error siquiera de un milímetro
conducen siempre al corazón del pueblo?
¿Quiénes
sino mis prehistóricos
mis madrugadores de milenios
los anticipadores de mi frente
amontonaron tanta claridad
redujeron a escombros tanto límite
trasportaron a aquí tanta distancia
se hicieron ciudadanos de tanta inmensidad
almacenaron tantas intemperies
distribuyeron tantos climas
tanto cielo acercaron a la tierra
pusieron en sus hombros tanta atmósfera
y tanta paz en tanta tempestad?
¡Quiénes
sino ellos
se ponían duelos
cuando alcanzaban una meta
porque ya nada había por vencer?
¿Quiénes
sino ellos
dieron normas a los elementos
para que se entendieran con los seres
como viejos amigos?
¿Quiénes devolvieron a la escuela
a los ríos
para que reaprendiesen su alfabeto
de andar por entre el agua?
¿Quiénes lograron que los terremotos tuviesen siempre en cuenta
los intereses de su arquitectura
acomodando a éstos las expansiones de sus movimientos?
¿Quiénes modificaron las sustancias
y dieron a las cosas una estructura física distinta?
A nuestro planeta
¿quiénes lo hicieron a su semejanza?
¿Qui{enes crearon otra vez la tierra?
Fueron los míos
4
Convictos y confesos de que podían empezar un mirlo
asieron una piedra y le enseñaron a volar
No tenían soldados contra nadie
mas para estar a salvo se hicieron un ejército de piedra
lo cual quiere decir que perpetraron una fortaleza
Un día resolvieron que su vida no se mostrase más desnuda
y dieron orden a sus albañiles
de que cosieran esta indumentaria
infrágil
inarrugable
indiáfana
de piedra
Pensaron que tan cielo
los aposentos se resfriarían
y en industria de abrigo
los construyeron de condigna piedra
Un torreón solo fue su enojo
pues incesantemente en {el
la kpiedra
da la impresión de levantar un puño
Confidenciados de que el aire es hecho de una materia blanda
para evitar que se desentendiese de sí propio
lo enamoraron al reparo
de las filantropías de la piedra
¿Orquesta?
Nadie ignora que es cada piedra suya
un instrumento musical distinto
Dejen la luna arriba
exactamente en medio del extenso
y verán cómo todas se ponen a tocar
que es Machu Picchu una ópera de piedra
16
Sólo un género humano como el que aconteció en Tahuantinsuyo
podía acometer aquel milagro
Género humano de primera
cuyo color de suelo americano
lo identificaba como un mapa
firmado estampillado revisado
no heco de confección sino a medida de su tarea próxima
puesto a secar y con la tez curtida
por sus exposiciones al ulterior
que ya empezaba
Mujeres con las piernas de una acabada cortesía agraria
de corazón directo al matrimonio
sin adulteraciones en el paso
sin propuestas taimadas en el busto
sin exageración en la mirada
y tan madres que a veces
contemplando una lágrima
en trance de adornar una mejilla
hacían ademán de sacarse una teta para dársela
como si fuese un niño
Mujeres anchas
espaciosas
s{olidas
lo que indudablemente las hacía adecuadas a la empresa
de dar a luz una nación
Puede afirmarse sin literatura
que amamantaron muchas piedras
reservadas para casas de pobre
y de ahí que éstas den con sus paredes de superficie tersa
una impresión de rostros satisfechos
Hombres estacionados como maderas de ebanistería
que ni crujían con el sufrimiento
ni se quebraron al vadear la suerte
que se sabían de memoria sus obligaciones imposibles
y desafiaban la posteridad
a la que le extendían
uno tras otro
pagarés en blanco
ciertos de levantarlos con sus actos
No hombres de pelo sino pulso en pecho
capaces por lo tanto de cargar en la espalda su destino
y de ponerle el hombr a una gran causa
Cargaron en la espalda su trabajo
le pusieron el hombro a Machu Picchu
Hombres que en sólo cinco sílabas
pronunciaban el nombre de la patria
antes de haberla bautizado
Tahuantinsuyo
respondía el eco
cual si fuera el aplauso de los Andes
Con mi voz misma
ahora
debo rectificar al viento mío
que corre por las venas de mi verbo
No es Machu Picchu una ciudad de piedra
ella está hecha de hombres
de su pasión
sus sueños
y su sangre
..................................................................
- ALBERTO HIDALGO (Perú)
En: Antología personal, Buenos Aires, 1967.
¿Quiénes
qué otros gigantes
sino los que estuvieron en la inauguración de mi atavismo
trajeron estas cimas
y las dejaron suspendidas en su propio suceso
clavadas
remachadas en el tiempo
soldadas al vacío
cohesionadas con su mismidad?
¿Quiénes
sino los forjadores de mi casta
pusieron esos ríos allá abajo
estas alturas acá arriba
y fabricaron esos campos
e hicieron funcionar a estas vicuñas
y edificaron estas flores
y dieron cuerda a estos caminos
que sin error siquiera de un milímetro
conducen siempre al corazón del pueblo?
¿Quiénes
sino mis prehistóricos
mis madrugadores de milenios
los anticipadores de mi frente
amontonaron tanta claridad
redujeron a escombros tanto límite
trasportaron a aquí tanta distancia
se hicieron ciudadanos de tanta inmensidad
almacenaron tantas intemperies
distribuyeron tantos climas
tanto cielo acercaron a la tierra
pusieron en sus hombros tanta atmósfera
y tanta paz en tanta tempestad?
¡Quiénes
sino ellos
se ponían duelos
cuando alcanzaban una meta
porque ya nada había por vencer?
¿Quiénes
sino ellos
dieron normas a los elementos
para que se entendieran con los seres
como viejos amigos?
¿Quiénes devolvieron a la escuela
a los ríos
para que reaprendiesen su alfabeto
de andar por entre el agua?
¿Quiénes lograron que los terremotos tuviesen siempre en cuenta
los intereses de su arquitectura
acomodando a éstos las expansiones de sus movimientos?
¿Quiénes modificaron las sustancias
y dieron a las cosas una estructura física distinta?
A nuestro planeta
¿quiénes lo hicieron a su semejanza?
¿Qui{enes crearon otra vez la tierra?
Fueron los míos
4
Convictos y confesos de que podían empezar un mirlo
asieron una piedra y le enseñaron a volar
No tenían soldados contra nadie
mas para estar a salvo se hicieron un ejército de piedra
lo cual quiere decir que perpetraron una fortaleza
Un día resolvieron que su vida no se mostrase más desnuda
y dieron orden a sus albañiles
de que cosieran esta indumentaria
infrágil
inarrugable
indiáfana
de piedra
Pensaron que tan cielo
los aposentos se resfriarían
y en industria de abrigo
los construyeron de condigna piedra
Un torreón solo fue su enojo
pues incesantemente en {el
la kpiedra
da la impresión de levantar un puño
Confidenciados de que el aire es hecho de una materia blanda
para evitar que se desentendiese de sí propio
lo enamoraron al reparo
de las filantropías de la piedra
¿Orquesta?
Nadie ignora que es cada piedra suya
un instrumento musical distinto
Dejen la luna arriba
exactamente en medio del extenso
y verán cómo todas se ponen a tocar
que es Machu Picchu una ópera de piedra
16
Sólo un género humano como el que aconteció en Tahuantinsuyo
podía acometer aquel milagro
Género humano de primera
cuyo color de suelo americano
lo identificaba como un mapa
firmado estampillado revisado
no heco de confección sino a medida de su tarea próxima
puesto a secar y con la tez curtida
por sus exposiciones al ulterior
que ya empezaba
Mujeres con las piernas de una acabada cortesía agraria
de corazón directo al matrimonio
sin adulteraciones en el paso
sin propuestas taimadas en el busto
sin exageración en la mirada
y tan madres que a veces
contemplando una lágrima
en trance de adornar una mejilla
hacían ademán de sacarse una teta para dársela
como si fuese un niño
Mujeres anchas
espaciosas
s{olidas
lo que indudablemente las hacía adecuadas a la empresa
de dar a luz una nación
Puede afirmarse sin literatura
que amamantaron muchas piedras
reservadas para casas de pobre
y de ahí que éstas den con sus paredes de superficie tersa
una impresión de rostros satisfechos
Hombres estacionados como maderas de ebanistería
que ni crujían con el sufrimiento
ni se quebraron al vadear la suerte
que se sabían de memoria sus obligaciones imposibles
y desafiaban la posteridad
a la que le extendían
uno tras otro
pagarés en blanco
ciertos de levantarlos con sus actos
No hombres de pelo sino pulso en pecho
capaces por lo tanto de cargar en la espalda su destino
y de ponerle el hombr a una gran causa
Cargaron en la espalda su trabajo
le pusieron el hombro a Machu Picchu
Hombres que en sólo cinco sílabas
pronunciaban el nombre de la patria
antes de haberla bautizado
Tahuantinsuyo
respondía el eco
cual si fuera el aplauso de los Andes
Con mi voz misma
ahora
debo rectificar al viento mío
que corre por las venas de mi verbo
No es Machu Picchu una ciudad de piedra
ella está hecha de hombres
de su pasión
sus sueños
y su sangre
..................................................................
- ALBERTO HIDALGO (Perú)
En: Antología personal, Buenos Aires, 1967.
ALBERTO HIDALGO (Arequipa, 1897 - Buenos Aires,1967).Su inclinación literaria hizo que renunciara a la carrera de medicina. Sus primeros poemas son de 1914.Radicado en la Argentina desde 1920, realizó una permanente labor literaria, con influencias del cubismo y del futurismo. Obra poética: Arenga lírica al Emperador de Alemania (1916),Panoplia lírica (1917), Química del espíritu (1923); Descripción del cielo (1928), Dimensión del hombre (1938), Biografía de Yomismo (1959), Antología personal (1967), Antología poética (1997).

